tradición cotidiano intención y RECUERDO

Al despertar del sueño tendríamos que tener a mano un bolígrafo y papel para acordarnos y así fomentar el reto de ampliar el camino onírico día tras día. Tras los 5 minutos de despertar perdemos la mitad de los sueños; tras los 10 minutos el 90%. Cualquier estímulo en el día también nos puede rebrotar el recuerdo de lo que soñamos que tiene nuestra compañera llamada MEMORIA. Todos soñamos aunque no nos acordemos, suele ser una práctica fácil o difícil depende del individuo. Solemos soñar unos 6 sueños al día y recordar dos de ellos sería un buen incio para llegar a la lucidez.

Tenemos tantos tipos de sueños que para mi es muy difícil clasificarlos todos. Por ejemplo está el reorden del día anterior y puede que soñemos parte o abstracción de temas conscientes e inconscientes de lo que hicimos o dejamos de hacer. Sexuales, fobias, deseos, impotencias, cansancio y muchos más y que son sinónimos de nuestro yo interior. Lo más interesante llega en el sueño LÚCIDO, que somos plénamente conscientes de lo que ocurre, de que estamos soñando y podemos inclusible manipular el sueño; también en otro nivel y distintos están los ASTRALES que traspasan las fronteras de lo lúcido, ya que a parte de ser conscientes podemos llegar a otras realidades dimensiones y existencias y comunicarnos con otras personas que llegan al mismo astral y con un sin fin de posibilidades.
También hay premonitorios.

La intención cuenta, pero en mi caso no es suficiente y tengo que ayudarme y por ello he hecho éste blog para mi auto-ayuda y poder ayudar también a cualquier onironauta o vosotros a mi, ya que podemos actualizar la info.

Los sueños no son de lo que siempre tratan. Si tu sueño es acerca de alguna cosa en particular, no siempre la cuestión será esa. Para un buen onironauta, el diccionario de los sueños, es algo casi chistoso por que realmente si todos soñáramos lo mismo, no significaría para nada lo mismo.

No hará falta redactar cómo dormir y lo que conlleve, ya que una alimentación sana, algo de ejercicio, tranquilidad, poca cafeína a partir del mediodía, intentar tener el menor ruido en la habitación, etc etc etc... se supone que si lees ésto ya eres consciente de cómo intentar dormir bien.

Sí pondré lo que creo conveniente que no solemos hacer cómo por ejemplo:

-orientar la cabeza hacia el norte y los pies hacia el sur, para las corrientes electromagnéticas de nuestro planeta; ayudándose de una brújula.

-intentar no comer nada antes de unas tres horas antes de dormir y si puede ser una duchita con agua calentita y alguna infusión relajante.

-intentar la práctica de la relajación o meditación con la respiración.
-...

PASO A PASO. La práctica del recuerdo.

Hay un elemento vital: el diario de los sueños. Para quienes dicen no soñar, aplicaremos recordar que todos soñamos, ya que es así.

El ciclo del soñante se divide en tres etapas. La primera son las imágenes hipnagógicas, imágenes que se crean con los ojos cerrados casi antes de dormirse. La 2da es un relajamiento mucho más profundo. La 3ra es un estado que se está cuando se transcurre unas dos horas cuando uno está plenamente dormido.  Luego volveríamos a la 2da y luego a la 1ra en el transcurso de aproximadamente 4 horas. Cuando uno llega al estado 1 de las imágenes hipnagógicas es cuándo empieza el estado REM (rapid eye movement / rápido movimiento de ojos). Son ciclos de dormir y de sueños y de despertares que debemos acordarnos  de lo soñado.

Cuánto más durmamos de forma natural, más soñaremos. A las 4 horas de dormir tendremos un sueño de unos 10 minutos. Luego por cada ciclo disminuye el tiempo de dormir y aumenta el período del sueño. Por cada 8 horas de dormir, tendríamos que recordar la meta de 3 sueños.

Para una persona que duerme a las 00h y se levanta a las 08h, si quiere probarse de poner el despertador (cerca para no levantarse) a las 5:20 y recordar. A las 6:50 y recordar. A las 7:50 y recordar. De ésta forma podremos despertar al final de cada sueño. Si no resulta, atrasar o adelantar en función de cada ciclo del soñante que no es igual para todos. Esto es un programa de shock que tras el tiempo tiende a no tener resultados y deberíamos de forma gradual, recordarlos, ejercitando la memoria, y acostumbrándonos a ello siempre.

Al despertar, por cada gesto y pensamiento los sueños desaparecen y pierden calidad. Por ello nos ayudaremos de un bloc de notas al lado del durmiente para por lo menos escribir alguna palabra o pequeña frase que nos haga referencia al sueño. A cada despertar hasta llegar al último deberíamos anotarlos todos.

Antes de dormir quien quiera y pueda debería dejar la mente en blanco o sino puede, también puede recrearse en resumir su día desde la noche hasta la mañana, minuciosamente con detalles. Tomaremos más consciencia en el día a día y no de forma automática como muchos hacemos.